LA ALIMENTACIÓN EN EL SIGLO XXI

La alimentación, es una necesidad básica de los seres vivos que el humano ha llevado a los extremos, invirtiendo totalmente las reglas, ¨comer para vivir – por-, vivir para comer¨, actualmente en nuestro país y el planeta entero, el porcentaje de humanos con problemas de sobre peso y obesidad aumenta día a día a velocidades sorprendentes y preocupantes.

Entonces, la alimentación se ha convertido en un pasatiempo (para muchas personas que no son capaces de llenar su vida con cariño, atención, altruismo, hacia sus semejantes, la naturaleza o ellos mismos) de manera que deciden llenar su vida de momento interminables de alimentación excesiva, descontrolada y para nada equilibrada o mucho-menos sana.

               

Tal pareciera que estas personas han perdido su esencia como seres humano, han olvidado las funciones básicas y vitales que desempeña la alimentación, se dejan influenciar por las poderosas y atractivas campañas de publicidad  diseñadas cuidadosamente por los empresarios y sus jefes de mercadotecnia para difundirlas en  los medios de comunicación.

 Los resultados de estas campañas son lo esperado por las grandes transnacionales que operan libremente sobre todo en los países tercermundistas como México, sus habitantes consumen carbohidratos no solo para proveer a su cuerpo la energía necesaria para desempeñar las actividades diarias, lo llevan al extremo de almacenar grandes cantidades de ellos en su cuerpo al grado de convertirlos en un peligro latente de enfermedades crónicas degenerativas. Lo mismo pasas con las grasas, las proteínas y hasta las vitaminas.

Compra, le dicen los medios de comunicación, consume: si lo haces te verás más joven o tan guapo y bella como él o la modelo que lo anuncia, serás popular, podrás participar en determinado grupo social o peor aún, estarás más saludable, tu promedio de vida aumentará.

Si analizamos este círculo vicioso de, te impacto y sorprendo para que me compres, la pregunta obligada es: en donde está nuestra esencia de la vida, el respeto a nuestro cuerpo, el juicio propio y libre, el actuar y decidir de acuerdo a nuestra propia cordura, a virtud de ser únicos e irrepetibles como seres vivos y que ejemplo estamos dando a las nuevas generaciones, es que acaso no tenemos conciencia, no amamos le suficiente a los herederos de nuestros genes  ni un poquito como para cambiar los hábitos alimenticios desordenados, inconstantes y poco saludables.

A caso nunca podremos recuperar el sentido de mantener en equilibrio la mente y el cuerpo, no son suficientes los tanto ejemplos de persona moribundas que algunas vez nos hemos topado en los hospitales.

Los medios de comunicación paren haber logrado sus objetivos, provocar en nosotros el deseo de comer y comer y convertirnos en compradores y comelones  compulsivos.