Antes de decidir qué uso dar al suelo, es necesario
conocer sus características. Por ello, el análisis de suelo es la mejor guía
para el diagnóstico de sus condiciones, lo que permitirá una mejor
planificación de las actividades y manejos, ajustando los insumos de
producción. Pero el análisis no será satisfactorio, si el muestreo no ha sido
adecuado y representativo del sitio del que se desea la información.
Es
necesario delimitar las áreas de muestreo lo más homogénea posible. Para
identificarlas, es necesario observar los diferentes tipos de suelos en la
finca y los límites que estos suelos tienen dentro del paisaje.
Usualmente
los límites del suelo coinciden con el cambio en la pendiente del terreno
(plano vs. inclinado), uso (pastura vs. campo natural), posición en el terreno
(zona alta, media y baja), años de cultivo, manejos, diferencias en la
vegetación natural, etc.
Definidas
las áreas de muestreo en la finca se procede evitando los sectores con
influencias de caminos, alambrados, construcciones, deyecciones, aguadas,
manchones, sendas etc.
El
muestreo consistirá en realizar un recorrido en zig-zag tomando en cada punto
una muestra simple (submuestra). Posteriormente se mezclará con las muestras de
los puntos sucesivos a cada profundidad, formando una muestra compuesta la cual
se llevará para su análisis.
En el
caso de plantaciones frutales o forestales, la muestra se tomará a la mitad de
la proyección de la copa.
Para la
extracción de cada submuestra se debe comenzar eliminando la cobertura vegetal
u hojarasca de cada punto elegido evitando eliminar la capa superficial de
suelo.
En caso
de usar pala de punta, cada muestra simple se obtendrá cavando y vaciando un
pozo de profundidad definida, procediendo a sacar una rebanada de 3 cm de
espesor aproximadamente y de esta rebanada seleccionar el tercio medio
colocándola en una bolsa.
Cada
muestra compuesta está constituida por un número de submuestras según el
siguiente criterio.
- Cultivo extensivo: se tomará 1
submuestra cada 2-3 ha. Entre 10-30 submuestras por cada muestra.
- Cultivo intensivo: 10-30 submuestras por
ha., parcela o cuadro.
En
suelos con gran variablilidad espacial cuando mayor es el número de submuestras
en un área de muestreo mayor será la representatividad.
En
general se recomienda muestrear 2-3 meses antes de la siembra o transplante
para obtener los resultados, interpretarlos, establecer las recomendaciones y
adquirir los fertilizantes, cal o abonos orgánicos a aplicar según el análisis
de suelo. En cultivos perennes esto puede hacerse cada 2 años, alrededor de 1-2
meses antes de la cosecha, en la época de floración. En pasturas se puede
muestrear cada 2 años, luego del pastoreo. La frecuencia de muestreo puede ser
más intensa para cultivos altamente tecnificados (flores, hortalizas, etc.).
Se
recomienda dejar pasar 48 h. después de lluvia o riego intenso.
La
profundidad deberá ser uniforme, la cual dependerá del objetivo del análisis,
de la profundidad de los horizontes, del tipo de labranza, de la zona de
mayores raíces y de la naturaleza del cultivo (anual o perenne).
Una
propuesta es: 0-30 cm; 30-60 cm; 60-90 cm y en el caso que fuera necesario de
90-120 cm.
En el
caso de cultivos con raíces profundas, plantaciones forestales y frutales, es
neceseario extraer muestras profundas (> a 0-30 cm).
Preguntas
de reflexión:
¿Qué hacer antes de tomar la muestra?
¿Cómo muestrear?
¿Cuántos puntos del terreno se necesitan muestrear
para componer una muestra representativa?
¿Cuándo muestrear y a que profundidad?
Actividad
de retroalimentación:
Elabora en tu comentario un registro sobre
condiciones del suelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario