Para llegar al modelo del Big Bang, muchos científicos, con
diversos estudios, han ido construyendo el camino que lleva a la génesis de
esta explicación. Los trabajos de Alexander Friedman, del año 1922, y de
Georges Lemaître, de 1927, utilizaron la teoría de la relatividad para
demostrar que el universo estaba en movimiento constante. Poco después, en
1929, el astrónomo estadounidense Edwin Hubble (1889-1953) descubrió galaxias
más allá de la Vía Láctea que se alejaban de nosotros, como si el Universo se
expandiera constantemente. En 1948, el físico ucraniano nacionalizado
estadounidense, George Gamow (1904-1968), planteó que el universo se creó a
partir de una gran explosión (big bang). Recientemente, ingenios espaciales
puestos en órbita (COBE) han conseguido "oír" los vestigios de esta
gigantesca explosión primigenia.
De acuerdo con la teoría, un universo homogéneo e isótropo
lleno de materia ordinaria, podría expandirse indefinidamente o frenar su
expansión lentamente, hasta producirse una contracción universal. El fin de esa
contracción se conoce con un término contrario al Big Bang: el Big Crunch o
'Gran Colapso' o un Big Rip o Gran desgarro. Si el Universo se encuentra en un
punto crítico, puede mantenerse estable ad eternum. Muy recientemente se ha
comprobado que actualmente existe una expansión acelerada del universo hecho no
previsto originalmente en la teoría y que ha llevado a la introducción de la
hipótesis adicional de la energía oscura (este tipo de materia tendría
propiedades especiales que permitirían comportar la aceleración de la
expansión).
La teoría del Big Bang se desarrolló a partir de
observaciones y avances teóricos. Por medio de observaciones, en la década de
1910, el astrónomo estadounidense Vesto Slipher y, después de él, Carl Wilhelm
Wirtz, de Estrasburgo, determinaron que la mayor parte de las nebulosas
espirales se alejan de la Tierra; pero no llegaron a darse cuenta de las
implicaciones cosmológicas de esta observación, ni tampoco del hecho de que las
supuestas nebulosas eran en realidad galaxias exteriores a nuestra Vía Láctea.
Además, la teoría de Albert Einstein sobre la relatividad
general (segunda década del siglo XX) no admite soluciones estáticas (es decir,
el Universo debe estar en expansión o en contracción), resultado que él mismo
consideró equivocado, y trató de corregirlo agregando la constante cosmológica.
El primero en aplicar formalmente la relatividad a la cosmología, sin
considerar la constante cosmológica, fue Alexander Friedman, cuyas ecuaciones
describen el Universo Friedman-Lemaître-Robertson-Walker, que puede expandirse
o contraerse.
Entre 1927 y 1930, el sacerdote belga Georges Lemaître5
obtuvo independientemente las ecuaciones Friedman-Lemaître-Robertson-Walker y
propuso, sobre la base de la recesión de las nebulosas espirales, que el
Universo se inició con la explosión de un átomo primigenio, lo que más tarde se
denominó "Big Bang".
En 1929, Edwin Hubble realizó observaciones que sirvieron de
fundamento para comprobar la teoría de Lemaître. Hubble probó que las nebulosas
espirales son galaxias y midió sus distancias observando las estrellas
variables cefeidas en galaxias distantes. Descubrió que las galaxias se alejan
unas de otras a velocidades (relativas a la Tierra) directamente proporcionales
a su distancia. Este hecho se conoce ahora como la ley de Hubble (véase Edwin
Hubble: Marinero de las nebulosas, texto escrito por Edward Christianson).
Según el principio cosmológico, el alejamiento de las
galaxias sugería que el Universo está en expansión. Esta idea originó dos
hipótesis opuestas. La primera era la teoría Big Bang de Lemaître, apoyada y
desarrollada por George Gamow. La segunda posibilidad era el modelo de la
teoría del estado estacionario de Fred Hoyle, según la cual se genera nueva
materia mientras las galaxias se alejan entre sí. En este modelo, el Universo
es básicamente el mismo en un momento dado en el tiempo. Durante muchos años
hubo un número de adeptos similar para cada teoría.
Con el pasar de los años, las evidencias observacionales
apoyaron la idea de que el Universo evolucionó a partir de un estado denso y
caliente. Desde el descubrimiento de la radiación de fondo de microondas, en
1965, ésta ha sido considerada la mejor teoría para explicar el origen y
evolución del cosmos. Antes de finales de los años sesenta, muchos cosmólogos
pensaban que la singularidad infinitamente densa del tiempo inicial en el
modelo cosmológico de Friedman era una sobreidealización, y que el Universo se
contraería antes de empezar a expandirse nuevamente. Ésta es la teoría de
Richard Tolman de un Universo oscilante. En los años 1960, Stephen Hawking y
otros demostraron que esta idea no era factible, y que la singularidad es un
componente esencial de la gravedad de Einstein. Esto llevó a la mayoría de los
cosmólogos a aceptar la teoría del Big Bang, según la cual el Universo que
observamos se inició hace un tiempo finito.
Prácticamente todos los trabajos teóricos actuales en
cosmología tratan de ampliar o concretar aspectos de la teoría del Big Bang.
Gran parte del trabajo actual en cosmología trata de entender cómo se formaron
las galaxias en el contexto del Big Bang, comprender lo que allí ocurrió y
cotejar nuevas observaciones con la teoría fundamental.
A finales de los años 1990 y principios del siglo XXI, se
lograron grandes avances en la cosmología del Big Bang como resultado de
importantes adelantos en telescopía, en combinación con grandes cantidades de
datos satelitales de COBE, el telescopio espacial Hubble y WMAP. Estos datos
han permitido a los cosmólogos calcular muchos de los parámetros del Big Bang
hasta un nuevo nivel de precisión, y han conducido al descubrimiento inesperado
de que el Universo está en aceleración.
Para llegar al modelo del Big Bang, muchos científicos, con
diversos estudios, han ido construyendo el camino que lleva a la génesis de
esta explicación. Los trabajos de Alexander Friedman, del año 1922, y de
Georges Lemaître, de 1927, utilizaron la teoría de la relatividad para
demostrar que el universo estaba en movimiento constante. Poco después, en
1929, el astrónomo estadounidense Edwin Hubble (1889-1953) descubrió galaxias
más allá de la Vía Láctea que se alejaban de nosotros, como si el Universo se
expandiera constantemente. En 1948, el físico ucraniano nacionalizado
estadounidense, George Gamow (1904-1968), planteó que el universo se creó a
partir de una gran explosión (big bang). Recientemente, ingenios espaciales
puestos en órbita (COBE) han conseguido "oír" los vestigios de esta
gigantesca explosión primigenia.
De acuerdo con la teoría, un universo homogéneo e isótropo
lleno de materia ordinaria, podría expandirse indefinidamente o frenar su
expansión lentamente, hasta producirse una contracción universal. El fin de esa
contracción se conoce con un término contrario al Big Bang: el Big Crunch o
'Gran Colapso' o un Big Rip o Gran desgarro. Si el Universo se encuentra en un
punto crítico, puede mantenerse estable ad eternum. Muy recientemente se ha
comprobado que actualmente existe una expansión acelerada del universo hecho no
previsto originalmente en la teoría y que ha llevado a la introducción de la
hipótesis adicional de la energía oscura (este tipo de materia tendría
propiedades especiales que permitirían comportar la aceleración de la
expansión).
La teoría del Big Bang se desarrolló a partir de
observaciones y avances teóricos. Por medio de observaciones, en la década de
1910, el astrónomo estadounidense Vesto Slipher y, después de él, Carl Wilhelm
Wirtz, de Estrasburgo, determinaron que la mayor parte de las nebulosas
espirales se alejan de la Tierra; pero no llegaron a darse cuenta de las
implicaciones cosmológicas de esta observación, ni tampoco del hecho de que las
supuestas nebulosas eran en realidad galaxias exteriores a nuestra Vía Láctea.
Además, la teoría de Albert Einstein sobre la relatividad
general (segunda década del siglo XX) no admite soluciones estáticas (es decir,
el Universo debe estar en expansión o en contracción), resultado que él mismo
consideró equivocado, y trató de corregirlo agregando la constante cosmológica.
El primero en aplicar formalmente la relatividad a la cosmología, sin
considerar la constante cosmológica, fue Alexander Friedman, cuyas ecuaciones
describen el Universo Friedman-Lemaître-Robertson-Walker, que puede expandirse
o contraerse.
Entre 1927 y 1930, el sacerdote belga Georges Lemaître5
obtuvo independientemente las ecuaciones Friedman-Lemaître-Robertson-Walker y
propuso, sobre la base de la recesión de las nebulosas espirales, que el
Universo se inició con la explosión de un átomo primigenio, lo que más tarde se
denominó "Big Bang".
En 1929, Edwin Hubble realizó observaciones que sirvieron de
fundamento para comprobar la teoría de Lemaître. Hubble probó que las nebulosas
espirales son galaxias y midió sus distancias observando las estrellas
variables cefeidas en galaxias distantes. Descubrió que las galaxias se alejan
unas de otras a velocidades (relativas a la Tierra) directamente proporcionales
a su distancia. Este hecho se conoce ahora como la ley de Hubble (véase Edwin
Hubble: Marinero de las nebulosas, texto escrito por Edward Christianson).
Según el principio cosmológico, el alejamiento de las
galaxias sugería que el Universo está en expansión. Esta idea originó dos
hipótesis opuestas. La primera era la teoría Big Bang de Lemaître, apoyada y
desarrollada por George Gamow. La segunda posibilidad era el modelo de la
teoría del estado estacionario de Fred Hoyle, según la cual se genera nueva
materia mientras las galaxias se alejan entre sí. En este modelo, el Universo
es básicamente el mismo en un momento dado en el tiempo. Durante muchos años
hubo un número de adeptos similar para cada teoría.
Con el pasar de los años, las evidencias observacionales
apoyaron la idea de que el Universo evolucionó a partir de un estado denso y
caliente. Desde el descubrimiento de la radiación de fondo de microondas, en
1965, ésta ha sido considerada la mejor teoría para explicar el origen y
evolución del cosmos. Antes de finales de los años sesenta, muchos cosmólogos
pensaban que la singularidad infinitamente densa del tiempo inicial en el
modelo cosmológico de Friedman era una sobreidealización, y que el Universo se
contraería antes de empezar a expandirse nuevamente. Ésta es la teoría de
Richard Tolman de un Universo oscilante. En los años 1960, Stephen Hawking y
otros demostraron que esta idea no era factible, y que la singularidad es un
componente esencial de la gravedad de Einstein. Esto llevó a la mayoría de los
cosmólogos a aceptar la teoría del Big Bang, según la cual el Universo que
observamos se inició hace un tiempo finito.
Prácticamente todos los trabajos teóricos actuales en
cosmología tratan de ampliar o concretar aspectos de la teoría del Big Bang.
Gran parte del trabajo actual en cosmología trata de entender cómo se formaron
las galaxias en el contexto del Big Bang, comprender lo que allí ocurrió y
cotejar nuevas observaciones con la teoría fundamental.
A finales de los años 1990 y principios del siglo XXI, se
lograron grandes avances en la cosmología del Big Bang como resultado de
importantes adelantos en telescopía, en combinación con grandes cantidades de
datos satelitales de COBE, el telescopio espacial Hubble y WMAP. Estos datos
han permitido a los cosmólogos calcular muchos de los parámetros del Big Bang
hasta un nuevo nivel de precisión, y han conducido al descubrimiento inesperado
de que el Universo está en aceleración.
Realizar una sintesis del Big Bang.
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