SISTEMA URINARIO

Los principales medios de excreción de sustancias son la heces, la orina, el sudor y la exhalación del sistema respiratorio.

Mediante el sistema digestivo se desechan todas las partes de los alimentos que no pudieron digerirse, como las paredes de las células vegetales (fibra consumida, grasas, semillas, estructuras duras, etc…) pero en realidad muy poca agua se deshecha por este medio. La orina es el deshecho formado principalmente por agua, y el encargado de su producción no es el sistema digestivo sino el sistema urinario.

Cuando la digestión concluye en el duodeno los nutrientes y el agua pasa a la sangre a través del intestino delgado y son llevados por la circulación sanguínea hacia cada célula del cuerpo para suministrarles los nutrientes requeridos.

La sangre con nutrientes pasa al hígado, donde se descomponen las biomoléculas y luego a los riñones a través de la arteria renal. En el riñón realiza un proceso de filtración para desechar el exceso de agua urea, ácido úrico, creatinina, NaCl  y otras sustancias provenientes del catabolismo.

Los riñones tienen forma de frijol miden 10 x 5 x 3 en promedio. Se encuentran cubiertos por una capa fibrosa en cuyo interior se distinguen dos zonas: la externa, conocida como corteza, y la interna, llamada médula.           

Los riñones se ubican en la parte posterior del cuerpo, por encima de la cintura, cada uno al lado de la columna vertebral. Sobre ellos se encuentran las glándulas suprarrenales.

Como filtra la sangre y reabsorben 95% del líquido, ésta vuelve a la circulación sanguínea ya limpia; el resto que no es reabsorbido forma la orina, que los uréteres llevan desde los riñones hasta la vejiga.

La vejiga es un saco de tejido muscular que almacena la orina; cuando se llena, se contrae y la expulsa por la uretra, la cual se abre a través de un esfínter. La uretra es de tejido muscular esquelético y, como sabes, se puede abrir y cerrar a voluntad.

La uretra femenina es muy corta, sólo mide 3cm desde la vejiga, y el orificio se localiza detrás del clítoris. La uretra masculina es mucho más larga y tiene tres secciones: uretra prostática, uretra membranosa y uretra esponjosa; mide entre 16 y 20 cm sólo se abre durante la micción y la eyaculación.

La orina se forma en el interior de los riñones gracias a la nefrona, que es la unidad funcional del riñón. Dentro de cada riñón existen alrededor de 1.2 millones de nefronas.

Cada nefrona colecta la sangre proveniente de la arteria venosa mediante múltiples vasos sanguíneos arteriales de forma enrollada (glomérulos), que funcionan como un tamiz y sólo dejan pasar moléculas pequeñas disueltas en la sangre y el agua (plasma sanguíneo), pero detiene el paso de los glóbulos blancos, rojos y proteínas. Tal como funciona un colador.

El glomérulo está protegido por una membrana de doble pared llamada cápsula de Bowman que, en conjunto, forman el corpúsculo de Malpighi o corpúsculo renal, que se encarga de la filtración primera de la orina. Esta parte de la nefrona se localiza en la corteza renal.

Los corpúsculos de Malpighi están sometidos a la presión sanguínea, al igual que el resto de los órganos corporales; esta presión es suficiente para que el glomérulo filtre la sangre.

 De la cápsula de Bowman surge un túbulo (que en su primera sección  se conocen como túbulo proximal), por donde pasa el filtrado y continua su recorrido hasta llegar al asa de Henle, un túbulo en forma de U donde se reabsorberán los nutrientes. El asa de Henle es la porción más larga de la nefrona y se localiza en la médula del renal.

El asa de Henle funciona como supervisor. Es la responsable de que se recuperen las sustancias que aún son útiles (aminoácidos, glucosa y 95% del agua) y donde se reabsorben para volver a pasar la sangre.

En el túbulo distal se recuperan las sales necesarias para el control homeostático  de hidratación, las sustancias que resultaron tóxicas, en exceso o innecesarias para el cuerpo; entre ellas se encuentran los iones K⁺, Mg⁺⁺, Na⁺, Ca⁺⁺, la urea y otros compuestos nitrogenados, los cuales permanecen dentro de la nefrona y son trasladados hacia el tubo colector para su expulsión.

Imagina que vas a hacer agua de tuna. La mezcla molida la tienes que pasar por un colador; si aplicas una presión extra, alejando la mezcla de éste, el agua caerá más fuerte y posiblemente se cuelen algunas semillas. En las nefronas pasa lo mismo, las proteínas, los aminoácidos y otros nutrientes pueden pasar el glomérulo, debido a la presión sanguínea, por ello es muy importante la reabsorción, que evita cualquier pérdida de elementos importantes.

Las nefronas de los riñones limpian toda la sangre de nuestro cuerpo alrededor de cien veces al día, su función es retener la cantidad exacta de líquidos y sustancias útiles, así como eliminar los sobrantes.

Las principales enfermedades del sistema urinario son ocasionadas por infecciones bacterianas que ingresan a él a través de la uretra.

La inflamación de la vejiga, cistitis, es una de las más comunes y es más frecuente en las mujeres, debido a que las bacterias pueden ascender más rápido por una uretra corta.

Otra enfermedad es la glomerulonefritis, la cual se considera grave. Consiste en la inflamación de los glomérulos de las nefronas, provoca altas fiebres, sangre en la orina, dolor de cabeza intenso, retención de líquidos, que se eleva la presión arterial. Es causada por la bacteria Streptococo beta hemolítico.

El cuidado y protección del sistema urinario consiste en llevar una dieta adecuada, baja en carnes, grasa y lácteos. La ingesta excesiva de estos alimentos puede causar la formación de cálculos renales.

Beber al menos dos litros de agua a diario ayuda a que las nefronas filtren con mayor facilidad las impurezas de la sangre; la orina concentrada facilita la aparición  de piedras.

Consumir alimentos ricos en ácido cítrico, como la naranja, el limón, la lima y la uva, acidifican la orina y evita la proliferación de bacterias en el tracto urinario.

Actividad

1.       En equipo de cuatro personas, realicen una investigación sobre los daños que causa al organismo la urea, el ácido úrico, la creatinina y el cloruro de sodio.

2.       Entreguen un informe de su investigación a su profesor y hagan una exposición sobre la relación entre el consumo de sales y sus consecuencias en el sistema urinario.

3.       Organícense para que cada equipo de su grupo haga énfasis en sólo una de las distintas consecuencias que se pueden generar.